lunes, 3 de marzo de 2008

Empleo, vivienda y precariedad de vida

Para terminar con la precariedad laboral, se hace necesaria la aprobación de la Ley de 35 horas de trabajo. Esta reivindicación que fue bandera de la izquierda política y sindical hace unos años y llenó con manifestaciones las calles del Estado, se debe recuperar para caminar hacia un pleno empleo digno y de calidad. Eliminación de una vez por todas de las Empresas de Trabajo Temporal y fin de la subcontratación para la prestación de servicios públicos. Servicios cómo la atención a domicilio, limpieza viaria, servicio de agua, recogida de basuras, servicio de suministro eléctrico y de gas… han sido sucesivamente privatizado por los gobiernos socialistas y populares, es el momento de cambiar radicalmente esta política y gestionar directamente o mediante empresas públicas estos servicios. Para ello sería necesario reformar totalmente el sistema recaudatorio para asemejarlo al de países europeos cómo Finlandia o Dinamarca, y por supuesto terminar con la descarada evasión fiscal que padecemos.

En este país urge una política real de vivienda, y no los parches que se han venido poniendo hasta ahora. La imposibilidad de acceso a una vivienda digna, el nivel de hipotecación que vive gran parte de la sociedad española, unido a la precariedad y a la inestabilidad laboral, nos ha llevado a una precarización de la vida, tanto es así que ya se ha acuñado un nuevo término y hoy cabe hablar de “precariado” en lugar de proletariado. Es necesaria una política de vivienda que establezca a esta cómo bien de uso y no cómo bien de mercado, facilitando el acceso a ella sobre todo mediante el alquiler a unos precios justos y acordes con la capacidad salarial. Modificar la política fiscal para dejar de primar la compra con desgravaciones y favorecer a las personas que alquilan, así cómo gravar a las viviendas que permanezcan vacías, teniendo en cuenta que si la situación de no ocupación persiste, se pueda llegar a la expropiación por parte del Estado u organismo competente.

Urge también mejorar la financiación municipal para que ésta no dependa no dependa en gran parte del 10% de las operaciones urbanísticas con constructoras y promotoras, y la construcción deje de una vez por todas de ser un negocio multimillonario. Para ello reiteramos que sería necesaria una modificación del sistema tributario.

Para finalizar este capítulo, no debemos olivarnos de un tema absolutamente necesario para la lucha contra la exclusión social y por una vida digna: la Renta Básica Universal. La izquierda anticapitalista que representamos debe de abandonar el discurso productivista y de sacralización del trabajo necesario para que se acepte el trabajo degradado y degradante. Desde Izquierda Unida abogamos por un modelo de ciudadanía cuyos derechos no sean dependientes de su vinculación laboral. Concebimos una ocupación desligada a la forma salarial o de mercado, terminando con la sacralización del trabajo. Esto es posible, se puede organizar, ya existe bajo formas diversas en otros países.

2 comentarios:

Paservirles dijo...

¿Y que hay de las privatizaciones en el ayuntamiento de Bilbao emprendidas por Ezker Batua?

Anónimo dijo...

El tema es que l@s concejales de Ezker Batua del Ayuntamiento de Bilbao no son izquierda, son basura política al servicio de la derecha vasca y a la garantía de de su poltrona. Ezker Batua en Bilbao no es sino un apéndice del PNV, que no tardará en fagocitarlo. Al tiempo.